A pesar de todo el panorama negativo en la economía general, es importante la visión a futuro sobre las oportunidades que se presentan ante la crisis y en este sentido, el sector inmobiliario a pesar de sus retos a vencer, sigue siendo una oportunidad de inversión puesto que representa un riesgo bajo con margen de rentabilidad alta, además de generar plusvalía en el tiempo.
En este sentido, la recomendación más óptima es la reestructuración de los portafolios de inversión y así poder mitigar el impacto de la exposición al riesgo que representa en este momento la toma de decisiones sobre activos de manera que no representen una depreciación agresiva y que por el contrario, constituyan beneficios a mediano y largo plazo, para que de esta manera se logre obtener un nivel de ganancia previamente esperado.
El sector inmobiliario se destaca dentro de los sectores atractivos para inversión por diferentes factores en los que destaca el estricto control que se tiene sobre las emisiones de hipotecas generando confianza sobre la rentabilidad y control de minusvalía agresiva.
A pesar de la recesión económica que trajo consigo la pandemia ocasionada por el Covid-19 es bien sabido que la inversión en tiempos de crisis trae mayores beneficios que el ahorro de dinero ya que con el tiempo pierde valor en lugar de ganarlo. Por tanto, es importante contemplar que la cantidad de clientes potenciales en el sector inmobiliario seguirá en aumento debido al crecimiento poblacional.
Contemplando que las personas dentro del rango de edad de entre 20 y 44 años al presente año es de aproximadamente 45.7 millones a nivel nacional según datos de Inegi del 2015, quienes representan un rango de edad propicio para la compra o renta de vivienda y aunado a esto, los programas de adquisición de vivienda existentes hacen que exista un mercado potencial enorme.
Cabe resaltar que dentro de las acciones en el mediano plazo dentro de la inversión privada destaca el sector de la construcción, siendo otro punto a favor en el sector.
En términos de créditos hipotecarios, el panorama resulta favorecedor debido a que la tendencia de los créditos hipotecarios es a la baja, permitiendo que las inversiones se hagan a un precio menor que el original con la certeza que su valor en el futuro irá en aumento.
A pesar de la contracción que se generó en la economía nacional, el panorama es alentador puesto que previo a la contingencia las tendencias marcadas para el 2020 eran favorables debido a la disminución de las tasas de interés sumado al impulso de nuevos programas de las instituciones para la adquisición de vivienda. Que si bien, no se verán reflejadas durante los primeros trimestres del 2020, si se espera que comience un repunte de la actividad en el último trimestre y un efecto rebote de todo lo que se planteaba para este año en el 2021 debido a los incentivos que seguirán presentes en el mercado.
Acompañado además del alza en la actividad del sector turismo beneficiando por ende al sector hotelero, mismo que fue sumamente afectado en el primer semestre del año. Mientras que los inmuebles más beneficiados serán los destinados a la industria y logística puesto que se prevé una reactivación más ágil por la demanda de insumos de distintos sectores que irán reactivando su actividad al finalizar la contingencia.
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