Como era de esperarse la energía solar no fue la excepción en la caída general ocasionada por el COVID-19, sin embargo, en medida de lo posible las actividades deben retomarse de forma paulatina para poder reactivar la economía y continuar con la ejecución de las estrategias y planes de desarrollo en pro del crecimiento económico.
Por razones obvias en lo que va del 2020 la incorporación de turbinas eólicas, plantas solares entre otras instalaciones generadoras de energías renovables presentaron una disminución considerable del 13% con respecto al año 2019, y siendo la primera tendencia descendente desde el año 2000. Se estima que al cierre del año 2020 se haya tenido una agregación de 167 GW de capacidad de energía renovable.
Figura 1. Capacidad de energía renovable.
Fuente:IEA (2020).
En tanto a las cifras analizadas por la Agencia Internacional de la Energía (IEA) se estimaba un que este año presentaría un record para la energía renovable, dicho pronóstico se fue a la baja en un 20% debido al éxito no obtenido debido al escenario más pesimista no pronosticado. Todo ello se debe al retraso en las cadenas de suministros, mismas que fueron altamente impactadas por las medidas de cierre y pautas de distanciamiento social impuestos por los gobiernos como medida de freno al .esparcimiento del COVID-19.
Sin embargo, se espera que todos los proyectos que presentaron retrasos se logren poner en marcha el año siguiente y logren repuntar la capacidad de energía renovable, esperando que el 2021 logre resultados similares al 2019 y el crecimiento en el periodo 2021-2022 sea de 10% más bajo que el pronóstico realizado por la IAE.
Lo anterior se respalda pese a que el consumo doméstico de electricidad aumento debido a la modalidad de teletrabajo, la necesidad de buscar medios electrónicos de entretenimiento, realizar compras en línea, entre otras cosas. La cantidad demanda de energía se vio afectada en un 15% a la baja, consecuencia de los paros técnicos en fábricas y al traslado de actividades de oficina a casa, lo que hace notoriamente visible una ventaja para las fuentes renovables, ya que si la demanda de electricidad continua decreciendo y las condiciones meteorológicas siguen siendo las mismas, puede ser mayor la proporción de fuentes renovables de lo habitual.
Esto se traduce a un avance importante para la energía solar expresado por el director de la IAE como el avance de una década para algunos sistemas de energía puesto que la caída de la electricidad fue el parteaguas para voltear a ver las alternativas y eliminar 10 años más de inversión en renovables.
China, Estados Unidos, India, Japón y los Países Bajos son los que lideran por el momento el mercado, aunque Europa se ha recuperado, los principales mercados se ubican todavía en la región de Asia y el Pacífico representando el 60% del mercado mundial. Se estima que los mercados emergentes continuarán creciendo y aprendiendo del negocio en energía solar apuntando dentro de cinco años a países como Arabia Saudita hasta Pakistán y Malasia como parte del club de los gigavatios
Figura 2. Principales mercados globales.
Fuente: EneryTrend Demand Quarterly Report (2019)
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